A mi Estrellita

martes, febrero 28, 2006

(In)Feliz Cumpleaños



Hace ya unos minutos desperto, se ha quedado sobre la cama mirando a la nada; en realidad, no mira, solo tiene los ojos abiertos, como si solo estuvieran ahi para que los observaran y no para que ellos obserserven. Así ha sido durante toda la noche, ya la escena se habia repetido más de una vez durante ese tiempo de descanso, que por lo anterior, no podría llamarse así, de descanso por todo lo que ha pasado. Sus parpados hinchados de esa agua salada que cae en gotas de lluvia de sus ojos ha sido su arrullo para dormir. Sí, si uno lo viera diría que se ve tristeza...nostalgia, una necesidad de algo o alguien dentro de sí mismo. Y se le ve esa mirada de cuando buscas un recuerdo, cuando los sentimientos se agolpan dentro de uno, aferrandose a ellos como se aferra a una tabla en medio de un naufragio...fue así como se le fue formando una imagen de algo que hace tiempo paso, pero que sigue vivo, como si fuera ayer...
Ella estaba lejos, pero tan cerca a la vez. Pensar que un medio tan intangible les unía como si fuera un celestino en pleno trabajo, eficiente y eficaz. Se leían, se escuchaban, se sentían..recordo cuanto le gustaba escuchar su risa, más en su interior, como si su alma fuera una radio que transmitiera la señal que venia de ella. Y recordo, como aquella noche, ella termino recordandole a èl, ya preparada para dormir sobre su cama, tal como lo hizo èl tambien de la misma manera...
Una lágrima le viene a recordar que esta ahí, sin ella...se siente aún más triste, se le ve más profundamente tocado por las cosas. Y solo tiene como compañia ese dolor en su pecho, insensible y sensible a la vez, físico y espiritual...y ese pensamiento particular de hoy, en que solo le gustaria una cosa: que ella fuera su regalo, el unico que quiere más que nada en el mundo, este, que es su día de cumpleaños...

sábado, febrero 18, 2006

Amor, amor




Hay cosas que no se pueden evitar, como es sentir a la persona amada. Cuando la comienzas a amar, también comienzan sensaciones nuevas y tan intensas, que dudas que tengan límite, y es que es así en realidad:no tienen fronteras. Ves que cada cosa que haces, no es tan completa si no la compartes con aquella persona y que hasta lo que ves en la televisión o lees en alguna parte, sientes que te da nostalgia porque no la sientes con ella. Te das cuenta que estar con ella es inmensamente distinto a estar con otras, que ni estando con un famoso al lado tuyo, se podría comparar. Que sin querer, sin desearlo, te sonries, lloras, te enojas, te entristeces cuando recuerdas algo que ha pasado entre tú y ella. Que todo es más fuerte, si es con relación a dicha persona; y que sientes que realmente existe esa ausencia, ese vacío a tu lado, en tu vida, porque es parte de ti, mas que ser algo externo...
Sí, tu vida se hace más diferente, bellamente diferente...y aún, entre las lágrimas, sabes que es amor puro el que sale, porque si no fuera así, no sentirías tanto. Si hasta una simple y sencilla canción te puede hacer surgir una sonrisa tan profunda, un recuerdo tan intenso, hasta el llanto más copioso, haciendo la letra tan tuya, como si fueran tus propias palabras, las que no te salen cuando estas con ella, las que viven escondidas en ti, que te parece en realidad que es tu propio sentimiento y que ese artista solo lo expresa, como si fuera tuyo, pero no lo es...quizas sea una base común para lo que sentimos todos, pero que nosotros le vamos dando los matices individuales, que nacen solo pensando en la otra persona...

Sí, yo amo..este es parte de mi sentir, pero solo es eso: una parte. Porque el resto, mi amor completo, es ella quien lo siente, quien lo lee, quien lo vive y llora conmigo, lo ríe y grita...porque el amor no cabe solo en una hoja, en un chocolate o un helado, en una flor o en un baile pegados el uno al otro. El amor es mas que uno amando a otro, es en realidad algo tan común para los dos, que es una vida de pareja, es un compartir, desde la más grande alegría hasta el más profundo dolor; es algo que solo dos corazones comprenden, porque es su lenguaje, que han aprendido amandose tan intensamente el uno al otro, que traspasa distancias, barreras, pantallas y llega, como sea, a tu interior.
Amo, y amo a una mujer totalmente maravillosa, testigo y prueba de ello es cuanto he podido sonreir,llorar, soñar y vivir..algo que es tan único y que ella lo comprender tan bien, porque vive el mismo amor en los dos...



A ti, a tu sonrisa, y sobre todo, al profundo amor que nos tenemos, mi linda Estrellita...

jueves, febrero 16, 2006

Breve Historia de Día de San Valentín



Llegue con una simple y sencilla rosa roja para ti aquel día...tú ni te lo imaginabas, pensabas que no habría flores para ti en tan linda fecha. Entre, y ahí estabas, tan quieta, inmóvil que ni una tormenta te podria despeinar. Te mire, y dije: "mi amor, feliz día del amor...sé que no es mucho, pero queria darte esta flor en representacion de mi corazón, que no puede salir de dentro mío". Nada decias, solo mirabas con esos ojos profundos que tienes y esa sonrisa de misterio y encanto que tanto me gusta ver en ti. "Espera", fue lo siguiente que dije, "la colocaré en este florero". La tomé, dejandola a tu lado, y ahí tú, sin moverte, sin quitarme los ojos de encima. Tu boca ni se movio, ni un gesto, solo mantenias aquella mirada que siempre me observa, y que desde que la ví, que me embrujo. Acerque mi dedo a tu rostro, recorri cada línea, cada centimetro de esa cara tan dulce, mezcla de niña y mujer, mientras caia una lágrima desde el mío. Y ahi estas, con tu rostro cubierto de cristal, mirandome, diciendome cosas sin hablar...ahí estas , sobre mi escritorio, en esa primera fotografia que me regalaste y que conservo, tan dentro, que vive en mí y que hoy saludo en este, el día del amor...



En el bar de la Tristeza...


Me encuentro en el bar de la tristeza
Se acerca a mi la Pena a servirme un trago,
Dandome un vaso largo de amargura
Del cual bebo, sorbo a sorbo, sintiendo su sabor
Que me quema hasta mi misma alma.
Sentados junto a mí se encuentran
Con sus copas la Ironia y la Soledad;
Hablan de la existencia, ríen y ríen,
Dejando pausas mientras bebo mi trago.
Cabizbajo estoy, como si un gran peso
Cayera sobre mi espalda y mi corazón,
Escuchando la música suave del dolor
Que cala su puñal hondo en mis sentidos.
La Pena mira tras la barra de la vida,
Mientras llegan más clientes a su bar,
Almas sedientas de sentimientos, ilusiones,
Ahogando en sus bebidas aquella intensa sed.
Observo apiladas las botellas en las repisas:
Llantos, suspiros, sangre de almas, sentires,
Amargura, dolor, vacío son algunas que hay,
Esperando ser desocupadas en cualquier momento.
Ya mareado, borracho de amargura estoy;
Siento una palmada en mi espalda:
Es la Esperanza quien me conforta,
Que viene junto al Recuerdo a acompañarme;
Este último me habla de la felicidad vivida,
Que es más real y presente que nada.
Y así es como me encuentro aquí:
Sentado en un bar, rodeado de sentir,
Bebiendo consecuencias y sentimientos
Que pago con mis lágrimas más profundas
De quien siente como todo ser vivo;
Esta soledad que me vacía el alma,
Reconfortado por la Esperanza y Recuerdo
Que nunca jamás abandona a un viviente corazón.

domingo, febrero 05, 2006

Dulce presión...

Nuevamente siento esta opresión en mi pecho, golpeandome el corazón…abro los ojos, pero solo veo oscuridad, el manto de la noche que se escurre por mi ventana, por las paredes, por todos lados de esta habitación y no puedo moverme. Sólo sé que tengo mi cama que me sostiene, mientras la presión sigue ahí, comprimiendome. Cierro los ojos, respiro muy despacio y así, empiezo a ver imágenes que vienen, como mariposas nocturnas hacia la luz, a mi mente…

Veo una mujer, sí, esa mujer que desde que la conocí, fue como el agua de una llave que fue llenando el vaso de mi alma, y que en cada sorbo, fue saciando mi sed. Ahí esta, con sus ojos de estrella, su pelo ondulado, como los campos recien arados, listo para que mis manos comiencen a sembrar caricias en cada surco que existe entre ellos. Pasan rápido sonrisas, lágrimas, rabias y euforias, noches de tanta fuerza y locura, como aquellas de total suavidad y calma. Y quedan sus ojos mirandome, tan profunda y firmemente, como si de ellos surgiera una linea ferrea de donde sale el tren lleno de ella desde la estación de su alma, hasta la estación del alma mía. Siempre fue tan fácil para ella desnudarme con solo una mirada, y desarmarme con una sonrisa…siempre. Y es sorprendente como ella, como un madero, aumentaba mi fuego de querer hacer tanto por ella, quizás no algo sobrehumano, no algo sobrenatural, solo cosas sencillas, detalles: el deseo de querer cantarle, aun cuando mi voz no era un trino de pajaros, contarle un cuento cada noche, aun cuando no fuera una infante ella ni yo un contador de historias…y sobre todo, la necesidad de estar junto a ella, abrazarnos, besarnos, amarnos tan solo de la manera única que existe entre dos corazones que se aman así sin más…

Se disipan las imágenes, y vuelve el recuerdo, latente, de esa opresión en mi pecho. Respiro despacio, aun no puedo mover uno de mis brazos; sigue la oscuridad envolviendo todo, como un regalo es envuelto por un papel. Me doy cuenta que puedo mover el otro, así es como lo levanto y lo llevo a mi pecho, en el lugar de aquel peso que me presiona. Sí, ahí esta…ahí esta aquella opresión, aquel peso, que no pesa en realidad. Esta ella ahí, reposando…es la opresión más dulce que un hombre puede sentir: el de tener a su amada durmiendo junto y sobre èl. Abre sus ojos y me dice: “¿pasa algo, amor?”. “Nada”, le contesto, “nada más que la felicidad de que tú estes en el lugar que te corresponde, cerca de mi corazón”. Me sonrie, me da un beso queme sabe a miel y vuelve a ese lugar, a ser esa opresión en mi pecho, donde a punta de caricias en su cabello, vuelve a dormir…y siempre pienso algo: no quiero que jamás me falte aquella presión que es ella apretando mi corazón, atandolo con los lazos del amor…


Dedicado a la mujer que más que en mi pecho, vive en mi interior…
a esa Estrella que brilla en un cielo dentro del alma de un hombre