Felicidad hecha Estrella..

Hola (a quien lea)...

Aquí estoy, sentado frente a una pantalla de 14' y a un teclado ya gastado de tanto golpear sus teclas, pero aún útil a mis necesidades. Estoy aquí, pensando en este minuto el porqué me encuentro escribiendo lo que va a seguir y la respuesta es simple: la mayoría de nosotros se ha enamorado, o se va a enamorar, y quería compartir un poco de las cosas que siento por una persona maravillosa que apareció en mi vida: una mujer llamada Marcela...de la cual estoy muy enamorado.

No entraré en la historia y los detalles del cómo nos conocimos o cómo han sido las cosas hasta ahora, y no es porque no quiera recordar cosas del pasado, buenas o malas, no señor; sólo hay que decir que desde el primer momento, sentí lo especial que es esta mujer, a la cual fui conociendo por lo que es, por lo que irradia y no por un físico de modelo de Tv o algo por el estilo. Hemos pasado cosas malas también, eso no lo olvido, porque es parte de nuestra vida en común que llevamos desde el instante en que nos dijimos algo tan sencillo y profundo que ese "te amo", frase que más que decirla, la sentimos tan fácil en ambos. La he ido conociendo de una forma maravillosa, por lo que pesa, lo que vale esta mujer...sin embargo, creo que la conozco de antes; no sé cómo explicarlo, pero es así, es parte de una hermosa historia de amor...

Ella es tan hermosa como un día soleado de primavera, y no lo digo como un simple halago. Tiene esa belleza del paisaje, la luz, la claridad, la calidez de tal ambiente, pero sobre todo tiene ese perfume, esa sensación que existe en el aire; aunque cierres los ojos, no dejas de sentirla, de ver como se mete en tu cuerpo, tu mente y sentidos plenamente. Así es ella, así me encanta; no niego que es una mujer bella (de verdad que me fascina esta mujer), pero lo más hermoso es saber que tengo a una mujer por lo que es, por lo que entrega, por el cómo me hace sentir: seguro y temeroso, débil y fuerte, alegre y triste, eufórico y callado...tantas cosas a la vez, que encuentro algo muy especial esta bipolaridad de las cosas que ocurren. Sus detalles me han llenado una y otra vez el alma y el corazón, y como un río del Sur, su torrente jamás se apaga, sigue poniendo fuego a esta hoguera, haciendo de cada sentimiento, cada hecho del que he tenido gracia de sentirla, un leño que aviva este calor que hay en mí, este sentimiento tan único y hermoso que es Amar.

Doy gracias a Dios por tener la dicha de vivir mi existencia con ella; me di cuenta que era un pobre diablo, y que ahora soy el hombre más rico del mundo, porque tengo un tesoro de mujer compartiendo su vida y la mía: Marcela. Y, Amor, eres la Estrella que siempre ilumina el cielo de mi alma, de mi corazón, de mi Amor...